En sus distintas formas de sufrirla, como el reuma o la gota, las personas que padecen artritis tienen inflamadas las articulaciones y sufren constantes dolores debido a la hinchazón y la deformidad de las mismas. Las áreas más comúnmente afectadas son las rodillas, los dedos de las extremidades, tanto de pies como manos, codos hombros, muñecas, cuello, caderas y la espalda.
Esta enfermedad ataca con mayor frecuencia a las mujeres que a los hombres. Los dos tipos más frecuentes de artritis son la artritis reumatoide y la osteoartritis. La primera produce un dolor que no sólo afecta a las articulaciones sino que también daña los músculos y otros tejidos de nuestro cuerpo.
La segunda es una dolencia de tipo degenerativo, que normalmente está asociada a personas mayores, de hecho, tres cuartas partes de la población que sobrepasa los 50 años padece este tipo de artritis.
Remedios tradicionales contra la artritis
El ajo
El ajo posee propiedades muy beneficiosas para paliar los efectos de la artritis. Se puede administrar de tres maneras distintas, comiendo tres dientes de ajo al día, partiéndolo por la mitad y aplicándolo en la parte del cuerpo donde sintamos más dolor o bien podemos machacarlo y mezclarlo con zumo de limón para tomarlo en ayunas.
El perejil
La preparación es muy sencilla, tan sólo tenemos que verter un poco de perejil en un litro de agua, ponerlo al fuego y esperar hasta que hierva. Una vez hecho esto, lo dejamos reposar durante media hora y lo colamos. Hay que tomar medio vaso de este preparado antes de cada comida.
La manzanilla
Tomada en infusión es magnífica para calmar el dolor producido por la artritis, pero también podemos preparar un ungüento. Para ello cogemos un bote y mezclamos 100 gramos de manzanilla con un chorrito pequeño de aceite de germen de trigo. Lo cerramos y lo dejamos macerar al menos durante dos semanas. Ya solo queda untarlo en la zona dolorida.